La Región, cuna de una artesanía con gran potencial

La Comunidad potencia un sector que fabrica productos únicos que transmiten un ‘saber hacer’ que pasa de generación en generación

NE.MURCIA

La artesanía es un ámbito que cada vez gana más adeptos. Frente a lo industrializado y la producción en serie, este sector se configura como creador de piezas de un valor incalculable que, hechas a mano, trasmiten a través de ellas la tradición, la historia e incluso las costumbres de un lugar. El valor de estos productos, cada uno de ellos único, es algo que conocen bien en la Región, en la que a través de la Dirección General de Artesanía se pone en valor un sector que en la Comunidad aglutina 203 profesionales, 153 empresas y 20 asociaciones, entre otros agentes.

Para mostrar el trabajo de estos profesionales, la Región dispone de tres centros de artesanía (Murcia, Cartagena y Lorca) que son para la directora general de Artesanía, Sonia Moreno, una forma de dar valor a «la cultura de la Región. Es necesario que se transmita y se valore esta tradición de padres a hijos». Con el fin de conseguirlo, en el interior de estos espacios los visitantes pueden pasear por las distintas exposiciones temporales que alberga y comprar en la tienda estos productos artesanos, tanto del ámbito de la alimentación como del diseño.

La Región dispone de tres centros de artesanía que están ubicados en Murcia, Cartagena y Lorca

Además de darles visibilidad de esta forma, la Dirección General de Artesanía realiza con todos ellos una labor de asesoramiento que en la actualidad se encamina especialmente hacia la digitalización, un ámbito más necesario que nunca que todavía cuesta para un sector que, hasta hace apenas un año, era eminentemente presencial. Por ello, se trabaja en combinar la parte de venta física en estos centros de artesanía, con la ‘online’ a través de webs y redes sociales como Facebook o Instagram. Por otro lado, también se potencia la transmisión de estos oficios de generación en generación mediante cursos para niños, como los realizados en las instalaciones de estos centros durante junio y julio de este año en los que participaron 153 menores.

Dulces de toda la vida

El ámbito del dulce es el área al que Ana Belén García ha trasladado todo su saber artesano. Tras varias experiencias en el sector –abrió en 2013 una cafetería-pastelería en Mazarrón y en 2018 creó Dolce Alhama–, en 2019 decidió embarcarse en un nuevo proyecto empresarial y fundar Dulce Ana, una empresa que fabrica, de forma artesanal y con materias primas de productores locales, todo tipo de productos dulces y salados típicos de la Región como las tortas de paparajote, monas reales, tortas de naranja y varillas de pimentón, entre otros productos, además de elaborar tartas personalizadas, tanto en diseño como en sabor.

Ese carácter de siempre que desprenden cada uno de estos productos es el resultado de un proceso de elaboración el que Ana Belén García solo emplea «la batidora y el horno» para seguir las recetas originarias de su abuela «que solo modificamos para crear nuevos productos», recalca. Esta manera de cocinar no solo tiene valor añadido por ser una producción de pocas unidades o por el tiempo que supone su elaboración, sino que también es una forma de transmitir «la historia y cultura de antaño para que no se pierda ni todo lo que nos enseñaron ni los sabores de siempre», enfatiza García.

Todas estas cualidades son muy valoradas por sus clientes, que pese a la durabilidad menor de estos frente a los industriales (no llevan conservantes) seleccionan la calidad de unos productos dulces y salados que huelen y saben a Región de Murcia.

Esculturas con historia

Fundirmetal Amando S.L. es una de las empresas más antiguas de la Región. Fundada en 1810 por los tatarabuelos del actual gerente, Amando López, este murciano es un maestro artesano que en su taller de fundición artística emplea técnicas tradicionales, desde el bronce a la cera perdida, pasando por la arena, la microfusión y la cerámica, para elaborar todo tipo de obras y esculturas. Estas piezas o bien son únicas o pertenecen a producciones muy pequeñas «de como máximo 50 unidades», recalca López, y están fabricadas con materiales como el acero inoxidable, el aluminio, el bronce, el latón, y el acero cortén.

Este valor artesano, transmitido de generación en generación, es una cualidad que han sabido combinar a la perfección con las nuevas tecnologías, que emplean para innovar en diseño y materiales sin perder nunca ese carácter artesano que les ha valido su éxito a lo largo de los años. Este buen hacer se ha materializado en distintas esculturas que pueblan la Región, como la ubicada en la Academia General del Aire por el 75 aniversario de la institución, las situadas en distintas rotondas de Murcia y Molina de Segura o las que conforman el Museo Tifológico de San Javier, entre muchas otras.

Esta capacidad para transformar los minerales en arte es una cualidad que le ha valido numerosos premios, como el recibido el pasado diciembre, cuando la entidad fue reconocida con el Premio de Artesanía 2020, un galardón que como recalca Amando López fue «una satisfacción para toda la familia por haber llegado hasta aquí».

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