El apellido Lario en la ciudad de Lorca está presente desde la Reconquista. Lo trajeron los que vinieron a repoblar la Ciudad del Sol; este apellido arraigó fuertemente en esta ciudad, llegando a establecerse una rama como alfareros por las laderas del río Guadalentín, de donde aprovechaban el barro que quedaba tras los desbordamientos. Estamos refiriéndonos a finales del S. XIII.
La firma de Lario en las piezas de alfarería tradicional murciana es toda una garantía de calidad y buen hacer. De sus talleres sale cerámica para los cinco continentes, e incluso tienen tienda en varios países del mundo.
Lario fusiona funciones de decoración y utilidad en sus piezas, se vale de su indiscutible talento y de una laboriosa tarea de investigación que le llevó a visitar antiguas colecciones y obras de cerámica lorquinas, para rescatar la artesanía de siglos pasados y darle los toques necesarios de genialidad y modernidad
