VINO DULCE CON LUZ PROPIA

La semilla de Bodegas de Fábula nace hace algunos años de un sueño de dos familias apasionadas por todo lo relacionado con el mundo del vino: “el equipo de fábula”. Tenían muchas ganas de ampliar conocimientos sobre el cultivo de la viña, la elaboración del vino, por lo que comenzaron a cultivar dos peculiares viñedos. La idea genérica en el proceso de elaboración era la de interferir lo menos posible, buscando continuar con el trabajo realizado en el viñedo, ya que éste y la forma de cultivarlo debían ser la parte esencial de los vinos. Tras varios años de trabajo y experimentación, decidieron dar un paso más. Buscar y acondicionar un espacio que les permitiera elaborar, crear, experimentar, y poder comercializar, sus vinos. Lo que comenzó como un sueño casi inalcanzable, tras un intenso trabajo, su bodega ya es una realidad. Han querido con su logotipo, plasmar e intentar resumir su filosofía: la tierra como principio de todo, el árbol y sus raíces, porque tan importante es lo que se ve como lo que no vemos y De Fábula el aprendizaje con sentido desde la experiencia. Su filosofía se basa en la “mínima intervención” en los procesos, tanto en el viñedo como en la bodega. El vino como resultado del trabajo de todos, la naturaleza, la luna, la tierra, la viña, las levaduras de la uva, y que esté desprovisto de maquillajes y de añadidos innecesarios. Cultivar el viñedo, les da la posibilidad de conocer la planta desde el terruño, las fases donde intervenir en ellas para mejorar la calidad del fruto, favorecer la conservación y la longevidad de las viñas, aplicando técnicas de cultivo respetuosas con el medio, desde la agricultura tradicional de secano, la agricultura ecológica, biodinámica. Además permite avanzar hacia otra de sus motivaciones, la de preservar y poner en valor los espacios rurales tradicionales de cultivos de secano, así como su singularidad, entorno y paisaje, actualmente en “peligro de extinción”, debido principalmente, a su falta de rentabilidad.